Podemos destacar Dos grupos: el primero de ellos está compuesto por aquellos topónimos que son nombres étnicos, nombres gentilicios, que muestran de manera patente la oriundez vascónica de los repobladores que fundan y habitan los núcleos salmantinos de población que llevan, desde entonces, esos toponimos de origen gentilicio.El segundo de los grupos incluye los topónimos que aluden a la oriundez de los repobladores de una manera indirecta, a través de nombres o nombres y apellidos, que o bien son de clara estirpe vascona o bien son nombres personales usuales entre los vascos y navarros en la Alta Edad media, aunque varios de esos antropónimos no sean lingüisticamente vascuences.
Los topónimos salmantinos de carácter gentilicio que hacen referencia a repobladores vascones son los siguientes:Naharros del Río(Alquería perteneciente al muncipio de Pelabravo, en la orilla izquierda del Tormes, a unos cinco km de Salamanca),Naharros de Valdunciel ( alquería del municipio de Vandunciel, en la Armuña, a unos diez km de Salamanca), Narros de Matalayegua( cabeza de municipio del mismo nombre en el Campo de salamanca, a cuarenta y dos km al suroeste de Salamanca), Narrillos(alquería del municipio de Anaya de Alba, a unos treinta km al sureste de Salamanca); a los que podemos añadir los topónimos menores Los Narros(pago de Cortos de la Sierra a treinta y cinco km al sur de Salamanca muy cerca de Narros de Matalayegua), Valdenarros( pago de Casillas de Flores, en el Rebollar, Tierra de Ciudad Rodrigo, a ciento veinte km al suroeste de Salamanca), y quizá La Narra( nombre de un caserío perteneciente al municipio de San Pedro del Valle, en la Tierra de Ledesma, a poco más de veinte km de Salamanca) y el topónimo menor homónimo La Narra ( pago de Navales en la Tierra de Alba, a unos veinticinco km al sureste de la capital de la provincia).
Respecto a los topónimos La Narra, su relación con repobladores navarros no es totalmente segura, y no deberiamos descartar del todo la explicación propuesta por Meyer-Lübke, según la cual Narra, Narros, proceden del vasco-hispánico nar `espino, zarza, mata´, tesis aceptada y repetida por Karl Bouda y J. Hubschmid que, a su vez, relacionan vasco-hispánico nar con georgiano nari ` espino, abrojo´.Pero los topónimos, Naharros, Narros, distintas versiones gráficas del mismo nombre, es indudable que se refieren a repobladores navarros, como lo demuestran las formas antiguas de estos topónimos (Nafarros, nafarrielos) y las versiones posteriores y actuales que fluctúan entre formas como -h-(Naharros) y formas sin -h-(Narros, Narrillos).Y es indudable, porque el nombre antiguo de Navarra es Naffarroa, luego Naffarra, a partir de 1150, como afirman Agud y Michelena, quienes además, nos dicen que estas formas explican perfectamente el nombre, gentilicio y toponímico, Naharros, que no puede proceder de navarros sino de Naffarros, de acuerdo con las leyes de la fonética histórica vasca establecidas por Gavel.El propio Hubschmid no descarta para para los topónimos Naharros, Narros su relación con navarros, Navarra, mientras Sánchez Albornoz, siguiendo a Menendez Pidal, insiste en que Narros, Naharros, Narrillos, etc, son las huellas que dejaron los repobladores navarros, tesis con la que estoy plenanmente de acuerdo.
Como he dicho antes, el segundo grupo de topónimos relacionados con los repobladores vascones comprende todos aquellos constituidos por antropónimos, en algunos casos sólo el nombre, en la mayoría nombre propio y apellido de carácter patronímico, siempre que estos antropónimos sean de estirpe vascuence o usuales entre los vascos y los navarros de la Alta Edad Media aunque sean préstamos de otras lenguas y de otros pueblos.
Entre estos nombres propios de persona que pueden ser considerados como característicos de los vascos y navarros, independientemente de su origen y de su filiación lingüistica, se encuentran Anaya, Echa,Endura, Enneco/Eneco/Iñigo, García, Guendul,Jimeno/Ximeno, Muni/Muño, Ochando, Sancho, Vela, Velasco/Blasco,Velacha/Belacha, y quizá, aunque con menos probabilidad, galindo, Amor, Minaya.
Anai(a) es un nombre vasco de parentesco, que significa ` hermano´, empleado como nombre de persona, o al menos como praenomen en la Edad Media.Pues bien, en la toponimia salmantina actual nos encontramos con Anaya de Alba(nombre de un pueblo, cabeza de municipio, en la Tierra de Alba, a treinta km de salamanca) y Anaya de Huebra, topónimo corespondiente a una alqueía que pertenece a La Sagrada, municipio de la Huebra, a unos cincuenta km de la capital salmantina.Y hasta el siglo XVIII, el pueblo que hay, que se llama Calvarrasa de Anaya recibía el nombre de Calvarrasa Danaya( es decir, Calvarrasa de Anaya) con la variante, en algunos documentos , Calvarrasa de la Naya.
Echa es el resultado romance de la evolución fonética de la palabra vascuence aita `padre, dueño, señor´, convertida en antropónimo como otros muchos nombres de parentesco del eusquera, a través de Aita/ Eita.Echa se convirtió más tarde en Cha, cuando le sigue un apellido dando como resultado las formas, petrificadas como topónimos, Chagarcía,Chamartín, etc, según explico magistralmente D. Ramón Menéndez Pidal en un famoso artículo que aparece también en la obra miscelánea Toponimia Prerrománica hispana.En la toponimia salmantina encontramos Cagarcía Medianero, nombre de un pueblo, cabeza de municipio, en la Tierra de Alba, en el mismo límite con la provincia de Avila, a unos cuarenta km de Salamanca.En Chagarcía es vascuence no sólo el nombre propio, Cha/Echa, sino el apellido, García: con toda seguridad, el repoblador que da su nombre al pueblo era de origen vascón, como tantos otros repobladores de la Tierra de Alba y del alfoz, limítrofe, de Avila.
Endura es un nombre vasco de persona, atestiguado desde el siglo X, del que se deriva el apellido Indurain , como afirman Francisco Yndurain y Luis Michelena, nombre vascuence este de Endura que llevó el presbítero de San Millán de la Cogolla, autor de una glosa al munuscrito de las Etimologías de San Isidoro en 954, y también uno de los repobladores de la aldea albense de Sieteiglesias, en época de Alfonso IX.Endura aparece en el topónimo abulense Gotarrendura y es la forma primitiva con que aparece hasta el siglo XV, por lo menos, el actual topónimo Hondura de Huebra( el cambio Endura>Hondura es un ejemplo típico de etimología popular), nombre de un lugar perteneciente al municipio salmantino de Barbalos, en La Huebra, a unos cuarenta km de Salamanca.
Enneco es un nombre de persona muy utilizado entre los vascos y navarros de la Edad Media, aunque a partir del eusquera no puede ser interpretado.El apellido patronímico correspondiente a Enneco es primitivamente Enneconis, y siguiendo una evolución normal en los romances hispánicos centrales( riojano,castellano), el nombre de pila termina convirtiendose en Iñigo( su latinización es Ignatius, de ahí Iñigo López de Recalde convertido en Ignacio de Loyola), y el patronímico es, en Iñiguez.En la toponimia salmantina actual encontramos Iñigo, nombre de una dehesa perteneciente al municipio de Narros de Matalayegua, Iñigo Blasco, caserío anejo al Ayuntaiento de Armenteros, pueblo de la Tierra de Alba, en el mismo límite de la provincia de Avila, Garcíñigo, alquería perteneciente al Ayuntamiento de Barbalos, en la Huebra, Mozodiel de Sanchíñigo, caserío anejo al pueblo de Castellanos de Villiquera, en la Armuña a unos diez km de Salamanca, Sanchiricones, nombre de una alquería aneja al municipio de Vecinos, a unos 25 km al suroeste de salamanca, Carrascal de Sanchiricones, nombre de una dehesa perteneciente al municipio de Matilla de los Caños, a cuatro km de Sanchiricones.
Es curioso e interesante el hecho de que las alquerías de Iñigo, Garcíñigo, Sanchiricones y Carrascal de Sanchiricones estén bastente próximas, por lo que es probable que fueran fundadas o repobladas por gentes de la misma familia vascona( vasca propiamente dicha, navarra, riojana) porque los nombres y patronímicos que se entrecruzan en estos topónimos:Iñigo, garcía, Sancho, no pueden ser más sintomáticos, y parecen aludir al jefe o fundador de una estirpe de repobladores; Iñigo(Enneco) – y sus descendientes- García Iñigo y sancho Iñiguez( Sancho Ennecois> Sanchiricones). Por cierto que hubo más topónimos con Iñigo( Enneco) en otros tiempos, topónimos inexistentes hoy: en el Libro de todos los préstamos, encontramos el topónimo García Ennigo, nombre de una aldea perteneciente al cuarto de de Valdevilloria, en el nordeste de la provincia, entre las aldeas donde se asientan los nuevos repobladores de la Tierra de Alba, en tiempos de Alfonso IX, se halla la aldea de Yenego Yeneguez, hoy, o desaparecida u ostentando un nuevo nombre.
Estos topónimos en los que, como elemento componente, encontramos Iñigo( o el patronímico correspondiente) son muy sintomáticos porque cuando hay otro elemento componente también es un nombre vasco o usado habitualmente por los vascos altomedievales, como Sancho, García o el redundante Inigo/Iñiguez de Yenego Yeneguez, todo lo cual reafirma el carácter vascón de estos colonizadores que, seguramente a principios del siglo XII, bautizan con su propio nombre la aldea que fundan o repueblan, y cuyas tierras van a poseer y cultivar.
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García, a pesar de haberse convertido en un nombre de pila y en un apellido romances, extendidos por gran parte de la península Ibérica, desde Ribagorza hasta Galicia, es, muy probablemente, de origen vascón o vasco-aquitano( en inscripciones aquitanas encontramos el nombre personal, en genitivo, Harsi, que, según Michelena, está relacionado con la palabra eusquera (h)artz `oso´) Lo que sí resulta indudable es que Garsea, Garzea, en los primeros tiempos, y García, Garci, después, lo mismo que los apellidos patronímicos correspondientes (Garcés, Garciaz, etc) son antropónimos característicos del antiguo dominio vascón, sobre todo del primitivo Reino de Pamplona, desde donde se extendieron hasta la mayor parte de los reinos y condados cristianos de la Península.Según Menendez Pidal, García es un nombre vasco que pasa al occidente peninsular por influencia navarra, sobre todo a partir de Jimena, la esposa navarra del rey Alfonso III de Asturias, uno de cuyos hijos recibió el nombre de García.Pues bien, a finales del XI y principios del XII, época de repoblación de la provincia de Salamanca, García era un nombre no muy habitual fuera del dominio vascón, de la Rioja y de los territorios castellanos limítrofes, por lo que si entre los repobladores de la provincia de Salamanca que dan nombres a los núcleos de población que fundan o restauran encontramos bastantes que se llaman o apellidan García es muy probable que fueran gentes de oriundez vasco-navarra, sobre todo si el otro de los dos nombres personales componentes del topónimo es también un nombre tipicamente vascón o habitual entre los vascones y sus descendientes:por eso consideramos repoblados por gentes vascas , navarras o riojanas los lugares que llevan o llevaron, los nombres de Garcíñigo, García Ennigo, Garcigalindo, Chagarcía, Garcivelasco,.De Garcíñigo y García Ennigo ya hemos hablado al tratar de Enneco/Íñigo; de Chagarcía , también, al estudiar los topónimos con derivados de Aita/ Eita; por lo tanto, sólo estudiaremos ahora los casos de Garcigalindo y de Garcivelasco( prescindimos de otros muchos topónimos salmantinos como Pelagarcía, Garcihernández, Garcirrey, etc, que no resultan suficientemente sintomáticos):Garcigalindo es el nombre de una alquería perteneciente al municipio de Narros de Matalayegua, alquería muy próxima, por cierto, a Íñigo, a Garcíñigo, a Sanchiricones y a Carrascal de Sanchiricones, todas ellas en pleno Campo de Salamanca, al sur-suroeste de la capital; también en la toponimia menor encontramos otro Garcigalindo, un paraje a caballo entre las dehesas de Hernancobo, el Villar de Salvatierra y Calzadilla de Mendigos, dehesas situadas también al sur-suroeste de la capital, a unos treinta km de la misma y a unos quince km de Íñigo, de Garcíñigo, de Garcigalindo, de Sanchiricones y de Carrascal de Sanchiricones.Por lo que respecta a Garcivelasco, este topónimo no existe hoy: desapareció a mediados del siglo XV, cuando un Enríquez, precisamente el marido de doña María la Brava( Doña María de Monroy, tristemente famosa en la historia salmantina) cambió el nombre de Garcivelasco por el de Villalba de los Llanos para así aumentar la importancia de una antigua aldea que él convirtió en un lugar fuertemente poblado que iba a ser en adelante el centro y cabeza de su extenso territorio de señorío.Villalaba de los Llanos, la antigua Garcivelasco, está a unos cuarenta km al suroeste de Salamanca, también en pleno Campo de Peñaranda, en el antiguo Cuarto de baños o de Corvacera.
Guendul es un nombre personal vasco derivado de Centullus, antropónimo muy frecuente en la región gascona, según Luchaire.Pues bien, en la Tierra de Alba hubo dos aldeas llamadas Guendul y Blaco Guendúlez, aldeas que o han desaparacido o han cambiado de nombre.
Xemen(o) es un nombre personal vasco de la época altomedieval que, según Michelena, quizá proceda de un adjetivo y no de un nombre común como la mayoría.El origen vasco de Xemen(o), y de sus derivados fonéticos y morfológicoas ( Jimeno, Jimena, etc) es puesto de relieve por Menéndez Pidal, para quien esta familia antroponímica se introduce en el Reino de Asturias cuando Alfonso III el Magno se casa con una princesa de la casa Real de Pamplona llamada, precisamente, Jimena( año 870).En la toponimia salmantina encontramos Jemingómez, nombre de un caserío perteneciente al al municipio de Garcihernández, en la Tierra de Alba, a unos veinticinco km de la capital de la provincia, y Valdejimena, nombre de un paraje del término del municipio de Horcajo Medianero y de la famosa ermita allí existente.También en la Tierra de Alba hubo una aldea llamada Xemen Sancho, aldea hoy desaparecida o cambiada de nombre.
Munio es nombre propio de persona que encontramos entre los vascos en la Alta Edad Media, aunque quizá no sea exclusivo de ellos sino usado también en todo el norte de la Peninsula.De todas formas, Munio, Muño, y el patronímico Muñoz, Munoz son antropónimos muy frecuentes entre los vascos, navarros, riojanos, y también, desde bastante pronto, entre aragoneses y castellanos.En Salamanca encontramos los siguientes topónimos relacionados con el antropónimo Munio/Muño:Muñoz, San Muñoz, Muñovela, Velasco Muñoz.Muñoz es el nombre de un pueblo, cabeza de municipio, en la Huebra, a unos cincuenta km al oeste-suroeste de la capital, y a poco más de una legua de la villa de San Muñoz: es evidente que Muñoz y San Muñoz son lugares fundados o repoblados por miembreos de la misma familia, y , que probablemente, San Muñoz fuera colinizada por un Sancho Muñoz, hijo o hermano del Muñoz fundador del pueblo del mismo nombre.La forma actual, San Muñoz, es el resultado de la etimología popular: no puede ser interpretada como ´San Muñoz´ porque nunca ha existido tal santo, cosa que vieron muy pronto tanto Rohlfs como lópez Santos.Muñovela es el nombre de de una alquería perteneciente al ayuntamiento de barbadillo, en la Valmuza, sólo a unos doce km de la capital salmantina..En los documentos que citan este topónimo aparece siempre transcrito Muñovela, pero en la actualidad se oye siempre Muñogüela.Por lo que respecta a Velasco Muñoz, este topónimo ha desaparecido en nuestros días, pero lo he encontrado en varios documentos, y era el nombre de una aldea de La Armuña próxima al límite entre esta comarca y el antiguo Cuarto de Valdevilloria.La Armuña fue la primera zona salamantina repoblada, al mismo tiempo que la ciudad de Salamanca, por lo que es muy probable que la fundación de velasco Muñoz sea muy temprana y fuera llevada a cabo por la primera oleada de colonizadores, a la que también pertenecerían los repobladores de la aldea de Mozodiel de Sanchíñigo, en la misma comarca.
Otxanda es , segun Michelena, el femenino de Otxoa, nombre propio de varón que procede del nombre común vasco otxo `lobo´.Sobre otxanda, Ochanda, nombre de mujer, se hizo el nombre masculino romanizado Oggando, Oçando al que corresponde el apellido patronímico Ochandiz/Ochandyz/ Oggandez que encontramos documentado a partir del siglo XI en Navarra, Pais Vasco y La Rioja.Un repoblador vascón llamado Ochando dio nombre a la aldea que funda o repuebla en el alfoz de Salamanca, a principios del siglo XII, lo mismo que hizo un tocayo suyo en el alfoz de Segovia dando su nombre a la aldea que desde entonces se llama Uchando.El Ochando salmantino es un pequeño lugar, hoy una dehesa, pertenenciente al municipio de Matilla de los Caños, dehesa ( y esto puede resultar muy sintomático) que limita con Carrascal de Sanchiricones, y muy próxima a Sanchiricones, a garcigalindo, a lo que antes se llamó Garcivelasco, y a Velasco Sanchón y Velacha, de los cuales hablaremos después.
Obeco es un nombre propio de persona muy frecuente entre los vascos y navarros de la Alta Edad media, aunque no tiene explicación a partir del eusquera, como dice Michelena.De Obeco se formó el apellido patronímico Obecoz, del mismo tipo que los también patronímicos Bellacoz, Blascoz, Muñoz, Ustarroz, Galdós, de los que nos han hablado Caro Baroja y Michelena.Obeco, latinizado en Obecus, es , según Caro baroja, un nombre vasco del que procede el topónimo Obécuri . Pues bien, en la toponimia salmantina encontramos Beconuño( en un principio, evidentemente Obeconuño), nombre de una dehesa perteneciente al municipio de San Pedro de Rozados, dehesa distante algo más de veinte km de la capital salmantina, alsuroeste de la misma, y muy cerca de Sanchiricones y de Muñovela.
Sancho/Santxo es nombre propio de persona muy frecuente entre los vascones en la Alta Edad Media, aunque , según Michelena, es de clara estirpe latina.En opinión de Menéndez Pidal, semejante a la de Michelena, Sancho no es nombre propiamente vasco pera parece especialmente usado en la casa real de Pamplona, de dónde pasaría a los otros reinos cristianos del norte; concretamente en Asturias y León el nombre de Sancho empieza a sonar, lo mismo que el de García, en tiempos de Alfonso III el Magno, casado con la princesa navarra Jimena.Está claro que Sancho se generalizó muy pronto en toda la España cristiana, y se va a convertir en uno de los nombres propios más característicos del castellano, pero en los siglos XI y XII era todavía usado preferentemente por vascos, navarros, riojanos y castellanos orientales de ascendencia vascona, por lo que si encontramos en Salamanca topónimos en los que aparece el antropónimo Sancho, procedentes de los siglos XI y XII, es muy probable que los fundadores de las aldeas que presentan esos nombres fueran de estirpe vascona más o menos remota o próxima, sobre todo si el topónimo ofrece otro elemento onomástico de carácter vascuence.En la provincia de salamanca hallamos los siguientes topónimos de este tipo:Sanchiricones( suficientemente estudiado, ( Mozodiel de ) Sanchíñigo( del cual ya hemos hablado), San Muñoz(<Sancho Muñoz), topónimo ya estudiado también, Sanchobueno( nombre de una alquería perteneciente al Ayuntamiento de Aldehuela de la Bóveda, alquería a unos treinta y cinco km al suroeste de Salamanca), Sanchogómez( nombre de un lugar anejo al municipio de Narros de Matalayegua, a unos cuarenta km de Salamanca, limítrofe con con Garcíñigo y Garcigalindo), Sanchotuerto( alquería aneja al municipio de Beleña, en la parte más oriental de la Tierra de Alba, a unos treinta km al sur de Salamanca), Sanchoviejo(caserío perteneciente al ayuntamiento de Aldeatejada, a unos ocho km de salamanca, muy cerca de Muñovela), Galisancho( pueblo cabeza de municipio, en Tierra de Alba, a treinta km al sureste de Salamanca).Además, Xemen Sancho, nombre de una aldea de Alba hoy desaparecida, como dijimos más arriba, Velasco Sanchón, topónimo inexistente hoy, y del que hablaremos más adelante.
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Bela `cuervo´ es una palabra vasca que ene la Alta Edad media se habilitó para antropónimo, como otros nombres de animales, lo mismo que su derivado Belasco, y el apelativo, también de la misma raíz, belatx/belatz `gavilán, corneja´.Del apelativo belatx/belatz surgió el antropónimo Belacha, transcrito en los documentos riojanos y castellanos de los siglos X y XI como Belagga,Valga, Belaza.Nos encontramos, por tanto, con la familia antroponímica Bela /Vela, Belasco/Velasco, Belacha/Velacha, de origen netamente vascón, aunque respecto, concretamente, a Bela/Vela, se podría dudar, en ocasiones, porque, como recuerda oportunamente Menéndez Pidal, el nombre personal visigodo VIGILA dio Veila y Vala, confundiendose con el Vela de origen vascuence.En la provincia de Salamanca encontramos los siguientes topónimos con Vela/Bela:Velaviejo ( nombre de una alquería perteneciente al municipio de Valdemierque, en Tierra de Alba, a veinte km de Salamanca), Muñovela( ya estudiado anteriormente, nombre de una alquería de La Valmuza) y , quizá ( Carrascal de ) Velambélez( lugar anejo al Ayuntamiento de San pdero del Valle, en Tierra de Ledesma, a veintidós km de Salamanca):Velambélez parece una deformación de de Velavélez pero no lo podemos asegurar porque en El Libro de todos los préstamos ( año 1265) aparece ese topónimo transcrito Carrascal de Melembela, como si procediera de Melendo Vela( en todo caso, en este topónimo encontramos la forma Vela, o por lo menos, una forma Vela, por lo que es oportuno estudiarlo en esta ocasión).Los topónimos salmantinos con Velasco son bastante numerosos( algunos de los cuales ya han sido mencionados al estudiar otro de los elementos componentes del topónimo):Garcivelasco, Velasco Muñoz, Iñigo Blasco ( ya mencionados), G´mez Velasco, ( nombre de una dehesa perteneciente al municipio de de Pedraza de Alba, a unos treinta y cinco km de salamanca), Gutiérrez Velasco( nombre de una dehesa situada entre los términos de de Anaya de Alba y de Galinduste, a treinta y cinco km de Salamanca), Velasco ( aldea perteneciente al Cuarto de Valdevilloria, en el nordeste de la provincia, hoy desaparecida pero cuyo nombre aparece en el Libro de todos los préstamos, con la forma de Velascos, y en el nomenclátor de Floridablanca ( año 1789), con la transcripción Velasco, y como despoblado) y Velasco Sanchón, nombre de una aldea perteneciente al Cuarto de Corvacera, según el Libro de todos los préstamos.Esta aldea llamada Velasco Sanchón, o bien es el pueblo llamado actualmente Sanchón de la Sagrada( que efectivamente está en el territorio del antiguo Cuarto de Corvacera) o bien una antigua aldea, hoy desaparecida pero cuyos restos se conservan precisamente dentro de los límites de Sanchón de la Sagrada : por cierto que muy próximos a Sanchón de la Sagrada y a Velasco Sanchón se hallan, o hallaban, Garcivelasco, Ochando, Garcigalindo y Sanchiricones, y también las aldeas llamadas Velacha(Velache) y (San pedro) de Velache, del que hablaremos a continuación.Encontramos en documentos los topónimos Velacha,Velache( con la variante Velahie) y san Pedro de Velache: la forma más antigua documentada de Velacha es VelaÇa, y así aparece en Libro de todos los préstamos( año 1265) como aldea del Cuarto de Corvacera; la transcripción Velacha la encontramos en el testamento de Juan Domínguez, del año 1285, en la requisitoria del año 1452, y la variante Velache en las relaciones de despoblados de 1769 y 1789.Por lo que hace a San Pedro de Velache, el topónimo aparece en el Libro de lugares ( año 1629), referido a un despoblado de la diócesis, y no sé si se trata de la antigua Velacha con nuevo nombre o de lo que hoy se llama San pedro de Acerón, lugar muy próximo al emplazamiento de la antigua Velacha.De todas formas, lo que si sabemos es que Velacha/Velache, y quizá San pedro de velache son los nombres de una antigua aldea situada entre Villalba de los Llanos( antiguamente Garcivelasco), Corvacera y matilla de los Caños, que el noble salmantino del siglo XV Gómez de Benavides adquirió de E. Enriquez, dandole a cambio la aldea de Garcivelasco, y luego de adquirida fue despoblada, y sus moradores obligados a vivir en matilla( todavía hoy hay un paraje en el término de Matilla, próximo al límite con Corvacera y Villalba, que se conoce con el nombre de Velacha).
Antes dijimos que no tienen tanta probabilidad como los anteriores de ser nombres personales auténticamente vascos Galindo, Amor y Minaya.
Por lo que respecta a galindo, es sabido que según J.M. Piel, Galindo es un nombre llevado por los visigodos y que primitivamente significaba `natural de la región de Galinden, en lo que después fue Prusia oriental´.Sea cierta o no esta hipótesis, lo que si esta claro es que Galindo se convirtió en la Alta edad media en un antropónimo muy utilizado, y creo que solo utilizado por los vascones orientales y sus descendientes de Navarra, Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, antropónimo que más tarde es utilizado por riojanos y castellanos orientales, y quizá por los vascos propiamente dichos, pero prácticamente inexistente en los reinos cristianos occidentales( aparece con gran profusión en los cartularios aragoneses, navarros, riojanos y castellanos orientales).
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De todas formas, y aun concediendo que Galindo es un nombre típicamente aragonés y navarro oriental, puede ser considerado como vasco, o mejor dicho bacón, porque los habitantes de todo el Alto Aragón, de Sobrarbe y de Ribagorza eran, muy probablemente, vascones, en todo caso nunca se puede saber si un repoblador llamado Galindo era aragonés, navarro o riojano, pero es probable que fuera vasco, navarro o riojano, sobre todo si Galindo va asociado, en el mismo topónimo, con otros nombres típicamente vascones o usados preferentemente por los vascones y sus descendientes romanizados.En la toponimia salmantina encontramos Galindo( nombre de un pueblo, cabeza de municipio, a unos quince km de Salamanca, al suroeste, muy cerca de Muñovela), Galisancho(Galindo Sancho), ya estudiado, Garcigalindo, ya estudiado( todos ellos, con seguridad debidos a repobladores vascones) Y , además otros topónimos, procedentes de repobladores vascones más romanizados por lo que ostentan ya antropónimos no vascos.Estos topónimos son galinduste( nombre de un pueblo,cabeza de municipio, a cuarenta km de Salamanca, en Tierra de Alba, lo mismo que Galisancho), Galindobéjar( nombre de una alquería perteneciente al municipio de Anaya de Alba), galindo Gómez( nombre de un despoblado citado en el Catastro de Ensenada, sin localización geográfica, topónimo hoy inexistente) y galinde negro( nombre de una aldea que aparece relacionada en el Libro de todos los préstamos, topónimo inexistente hoy en la forma reseñada pero que, teniendo en cuenta que hacia referencia a una aldea del Cuarto de Corvacera, debe de ser la forma antigua del actual topónimo Gallinero:Galinde negro-Galind Negro-Galin negro-Galin Nero, y luego Gallinero, por etimologia popular(Gallinero es el nombre de una alquería perteneciente al municipio de Berrocal de Huebra, al suroeste de salamanca, muy cerca de Garcíñigo, de Garcigalindo y de Narros, y bastante cerca de Velasco Sanchón, de Garcivelasco, de Ochando, de Sanchiricones, de Velacha, de Iñigo)
Amore significa en vasco `amor, amante´, y es palabra que encontramos formando parte de los apellidos vascos Amorortu, Amoreder.En Salamanca aparece el topónimo Moríñigo que podría proceder de de Amoríñigo(Amore Enneco), con aféresis de la a inicial.Moríñigo es una villa, cabeza de municipio, perteneciente al Cuarto de Valdevilloria, en el antiguo alfoz de Salamanca, cerca de las antiguas aldeas, hoy desaparecidas, llamadas Velascos y Velasco Muñoz.En el Libro de todos los préstamos( año 1265) aparece, en el Cuarto de Valdevilloria, y al lado de Babilafuente la aldea llamada Moronegro, que debe de ser una etimología popular sobre More Ennego o Amore Ennego( es muy sintomático que Moríñigo este a un kilómetro escaso de Babilafuente).
Minaya es la contracción de mi anaya `mi hermano´, sintagma híbrido romance-vascuence, convertido en nombre propio de persona después de haber sido una fórmula de cortesía y de afecto.En Salamanca encontramos el topónimo( Encinasola de las ) Minayas, la última parte de la cual, Minayas, podría recordar el nombre de una familia de repobladores vascones.Ahora bien, en primer lugar Mianaya-Minaya es palabra usada más bien por vascones romanizados o por castellanos que por vascos y navarros; en segundo lugar, minaya es también una palabra romance, que sólo aparece en toponimia , derivada de una voz árabe que significa `camino abierto y visible´ y en tercer lugar, parece que los Minayas eran una noble familia salmantina de la Baja Edad Media que se convirtieron en señores de Encinasola por lo que este lugar se apellidó desd entonces de las Minayas, siendo muy probable que estos Minayas, fueran o no de estirpe vascona, no tuvieran nada que ver con los repobladores o fundadores de Encinasola a principios del XII, en el alfoz de Ledesma( hoy Encinasola de las Minayas es una dehesa perteneciente al municipio de Tabera de Abajo, a cerca de cuarenta km al oeste de Salamanca).
Un caso especial es el concerniente a la villa salmantina, perteneciente al Cuarto de Valdevilloria, a veintisiete km al nordeste de la capital, que hoy lleva el nombre de Arabayona de Mógica.Es sorprendente el carácter totalmente vasco de este topónimo, tan sorprendente que parece un nombre artificial.Y, efectivamente, Arabayona de Mógica es un nombre que data de hace dos siglos y medio, cuando,no sabemos cómo ni por quién el antiguo topónimo, Hornillos( que por cierto sigue siendo hoy mucho más utilizado que el nombre oficial) fue reemplazado por el nombre totalmente vasco que lleva hoy la villa, nombre que o bien recuerda al fundador y colonizador de la primitiva aldea, que sería, según la tradición un señor alavés, del valle deAtamayona, llamado don Múgica o don Mójica, o bien no es otra cosa que el nombre y el apellido del señor o propietario de la villa a últimos del XVII y principios del XVIII, señor que, naturalmente, no tenía nada que ver con los primitivos pobladores de Hornillos, en el siglo XII.
Como hemos visto son bastantes los topónimos salmantinos que nos hablan de un fuerte núcleo de repobladores de origen vascón, ya fueran vascos propiamente dichos, o navarros, o altoaragoneses, o riojanos, o de las comarcas más orientales de la Castilla Condal.
Y esta impresión se confirma siconsultamos los documentos salmantinos de los siglos XII y XIII, sobre todo los del siglo XII, en los que, como testadores, como herederos, como compradores y vendedores, como jueces, como alcaldes y sayones, y como testigos aparecen infinitos Muños, Obesos, Blascos,Ximenos, Galindos, Sanchos,Garcías,Velas, Velascos,Anayas, Iñigos(Enecos, Enegos), Aznares, Uchandos, Eitas,Gandules,Enduras,Fortunes,Sanchones,Velasquitas,Iñigas, así como infinitos son los apellidos patronímicos correspondientes.
Lo mismo ocurre si consultamos los documentos albenses o los existentes en los archivos de la capital salmantina que hacen referencia a Alba.
Por ejemplo, en dos documentos del año 1223 del Archivo Catedralicio de salamanca aparecen como alcalde en Alba, Ennego Sancii, y como testigos de Alba, Ennecus Sancii, Fortun Garsie, Michael Azenar, Blasco Ximeno y Garsias.
Y en el famoso documento del Archivo Municipal de Alba donde Alfonso IX de León confirma el reparto de heredades realizado por los jurados de las aldeas de Alba a cuantos repobladores se asentaran en el alfoz de dicha villa, aparecen entre los jurados, que es de suponer formaran parte de la antigua población asentada allí desde hacía por lo menos un siglo, los siguientes sintomáticos nombres:Blasco Muñioz, Blasco Muñoz, Galin García, Garcijimeno,Iñigo( La Nava de Sotrobal), Iñigo(Valdecarros), Jimen Blasco, Jimeno(Sotrobal),Jimeno(Terradillos),Muño Blasco( Martín Valero), Muño Blasco(Palomares),Muño Navarro (Beleña), Sancho blasco (Gaecihernández).
Y como nuevos repobladores, beneficiados con el reparto de heredades, encontramos, entre otros, los que llevaban los siguientes nombres:Amuña(Pedrosillo),Amuña(Macotera), Amuña Blasco(Tordillos), Amuña Blasco(Arconada), Andieraza(San mamés), Blasco Muñoz,Blasco sancho,Domingo Iñigo,Domingo Juanes Zurraquín, Endura, Galin Garcia Galindo,Iñigo, Iñigo de Mora,Iñigo Luengo,Iñigo Sancho,(San vicente), Iñigo Sancho(Muño Cártala), Jimen Sordo, Jimena, Jimeno(Coca), Jimeno(Matamala), Lufarre, Muño(La Nava), Muño(Alconada),Muño Blasco(Terradillos), Muño Blasco(Larrodrigo), Navarro, Onega Fortún, La Oyarra, Sancho Fortun,Sancho garcía,Urraca( la nava,Arconada,Éjeme, Beleña), Urraca Fortún, Vela.Los dos nombres de pila más frecuentes en los documentos de Alba, y esto me parece muy sintomático, Son Blasco y Muño.
Echando ahora una ojeada a la distribución geográfica de los topónimos salamantinos de presunto origen vasconavarro salata a la vista que la inmansa mayoría, por no decir todos, se hallan solo en los antiguos alfoces de Salamanca y Alba de Tormes, mientras son inexistentes, o prácticamente inexistentes, en los alfoces de Ledesma y Ciudad Rodrigo, también, por supuesto, en Salvatierra y en toda la orla serrana meridional.Sólo tres de los topónimos señalados como probablemente vascos no están dentro de las antiguas tierras de Alba y salamanca:Encinasola de las Minayas, Carrascal de Velambélez y Muñoz., y los tres presentan la característica común de hallarse en el límite del alfoz de Salamanca( Encinasola y Carrascal se encuentran en la antigua Tierra de Ledesma, pero ambas aldeas limitan con el antiguo alfoz de salamanca; Muñoz da nombre a un pueblo que se halla prácticamente en tierra de nadie, entre los alfoces de Ciudad Rodrigo y salamanca, y aunque hoy pertenece oficialmente al partido judicial de ciudad Rodrigo está más relacionado con la Huebra y con el resto del campo de Salamanca que con Ciudad Rodrigo).Seguramente Muñoz se fundó y pobló antes de que fernando II concediera categoría de civitas a Ciudad Rodrigo y le asignara su alfoz, y se fundo y se pobó por las mismas gentes, quizá por la misma familia, que fundaron y poblaron la vecina aldea de San Muñoz(Sancho Muñoz, en tierras del alfoz de salamanca).Además ,sabemos que el presunto carácter vasco de ( Encinasola de las ) Minayas es muy problemático, y sabiendo que perteneció la aldea que lleva este nombre a la Tierra de Ledesma, donde no hay indicios toponímicos de repoblación vascona, podemos casi asegurar que el sintagma de las Minayas que acompaña a Encinasola es tardío, de la Baja edad media, o posterior, y que, por lo tanto la segunda parte de este topónimo no tienen nada que ver con la repoblación.Por lo que hace a carrascal de velambélez, sabemos que quizá su nombre primitivo fuera (Carrascal de ) melembela, con lo que el origen bacón de sus repobladores se haría más problemático, y , en todo caso, ya hemos dicho que se halla la aldea a la que da nombre en el mismo límite del alfoz de salamanca, y, como en el caso de Muñoz, también Carrascal de Velambélez pudo ser una aldea fundada y poblada antes de que Fernando II creara el alfoz de Ledesma, aldea fundada y poblada por gentes de las mismas estirpes que colonizaron el alfoz de salamanca, y con los mismos hábitos al bautizar las aldeas que fundaban y poblaban.
El hecho de que los topónimos que nos hablan de unos presuntos repobladores vascones se hallen solo en los alfoces de Salamanca y Alba es muy sintomático y trascendente, porque nos dice, indirectamente, que la repoblación de los alfoces de Salamanca y de Alba es anterior a la de los alfoces de ledesma y de Ciudad Rodrigo, y por supuesto, cosa sabida, a la repoblación de Salvatierra y de las sierras meridionales.La repoblación de Salamanca y Alba tuvo lugar a lo largo de los reinados de Alfonso VI, doña Urraca, Alfonso el Batallador y Alfonso VII, cuando no había tenido lugar la separación de los reinos de Castilla y de león, y cuando con Alfonso el Batallador, y luego con el Emperador, pudieron venir gentes de toda Castilla, de la Rioja, de Navarra y de Aragón:después de la separación de los reinos, en época de Fernando II de León, cuando se repueblan Ciudad Rodrigo y Ledesma, el estado de guerra con Castilla impide que vengan repobladores castellanos y navarros, y las gentes que se asienten en los recién creados alfoces de Ciudad Rodrigo y ledesma son, seguramente, gentes procedentes del Reino de León( y probablemente también de Portugal). Cuando Salvatierra y las sierras meridionales se repueblan, ya en época de Alfonso IX, las circunstancias no han cambiado, y los repobladores son también, seguramente, del Reino de león , lo que explica que ni en Salvatierra ni en la sierra, lo mismo que en Ledesma y en Ciudad Rodrigo, haya topónimos que recuerden una repoblación vasca, ni haya un sólo topónimo con Iñigo, con Jimeno, con Galindo, con Anaya, con Vela, con Muñoz, etc.
Pero ¿cuándo vinieron a la provincia de Salamanca esos repobladores con nombres vascones, y de dónde vinieron?
La repoblación de las tierras salmantinas debió de hacerse en tres etapas: una primera es la de la repoblación de Raimundo de Borgoña, desde 1088 hasta principios del siglo XII.Una segunda etapa discurre a lo largo del reinado de doña urraca y Alfonso el batallador, y llega, incluso, hasta el reinado de alfonso VII.Y una tercera etapa corresponde a los reinados de los reyes leoneses Fernando II y Alfonso IX.
Pues bien, pienso que la llegada de gentes de estirpe vascona a los alfoces de salamanca y Alba, exclusivamente de los alfoces de Salamanca y Alba, tuvo lugar en las dos primeras etapas, sobre todo en la primera, es decir, en la que se llevo a cabo la gran repoblación dirigida por Raimundo de Borgoña, reinando Alfonso VI.Raimundo de Borgoña repuebla al mismo tiempo Segovia, Avila, Alba y Salamanca, y las características de la repoblación debieron de ser muy parecidas en toda la «Extremadura» castellana y leonesa.Pues bien, sabemos que en Avila y en salamanca uno de los principales grupos repobladores fue el de los “serranos”, grupo que también debió de participar en la repoblación de Alba, donde se creó una parroquia de los “serranos”.Y estos serranos, como hoy resulta innegable, eran gentes procedentes de las Cinco Villas, comarca a caballo entre las actuales provincias de Burgos y Logroño, es decir, de la zona montañosa que separa y une La Rioja y Castilla, zona que como la limítrofe del valle de Ojacastro había sido colonizada por gentes vasconas, gentes relativamente romanizadas, acuden a repoblar Avila, Alba y salamanca conservando, la inmensa mayoría de ellas, sus nombres característicos, como el famoso Munio Echaminzuide,, el caudillo de los “serranos” de Avila, o Muño Rabia, el caudillo de los “serranos” salamantinos, rebelados, lo mismo que sus paisanos abulenses, contra la autoridad del rey Fernando II.
Pero es muy probable que otras gentes de estirpe vascona, como navarros y altoaragoneses, llegaran después, en la segunda etapa de que hemos hablado, en la época de Alfonso I el batallador, rey de navarra y Aragón, y rey consorte de castilla y León, e incluso inmediatamente después, a lo largo del reinado de Alfonso VII, rey de castilla y león, y también de gran parte de la Rioja, de donde pudieron seguir viniendo(La Rioja siempre ha sido tierra de emigrantes) repobladores de estirpe vascona.
La tercera etapa de la repoblación, durante los reinados de los reyes leoneses Fernando II y Alfonso IX, se repueblan los alfoces de Ledesma y Ciudad Rodrigo con gentes procedentes, muy probablemente, de los territorios del reino de león, sobre todo con gentes de Zamora y galicia, y del reino de Portugal, se termina la repoblación del alfoz de Salamanca en su zona serrana y del concejo de Salvatierra, y se reestructura el poblamiento del alfoz de Alba, y digo se reestructura porque no está claro si se trata de gentes venidas de fuera o de una redistribución de las tierras de las aldeas del alfoz entre gentes del mismo alfoz, al mismo tiempo que unas veces los jurados son gentes ajenas a los que reciben las tierras en cada aldea.Por ello quizá no sea del todo acertada la diferencia que establecimos más arriba entre unos primeros repobladores, algunos de cuyos descendientes actuarían un siglo después como jurados imparciales, y unos nuevos repobladores del siglo XIII.La coincidencia en la onomástica de los jurados y de los beneficiarios del reparto de heredades hace pensar que unos y otros pertenecen a la misma época y presentan una misma composición étnica, uno de cuyos más importantes elementos era el linaje de “los serranos”, de estirpe vascona.Y sea como fuere esta claro que en el alfoz de Alba los repobladores vascones o con onomástica característica vascona fueron numerosos, y dejaron una huella importante en la toponímia, lo mismo que ocurrió en el alfoz de Salamanca sobre todo en su mitad sur, entre la Valmuza y el Huebra [ Anaya de Huebra, Beconuño, Sanchiricones, Galindo, Garcigalindo,Narros de Matalayegua, Garcíñigo, Iñigo, Muñovela, Muñoz, Ochando, Sanchobueno, Sanchogómez, San Muñoz, Velacha, Velasco Sanchón, Garcivelasco, Endura (Hondura), Galinde Negro(Gallinero), San pedro de velache [ y a lo largo del curso medio del Tormes, en sus dos orillas (Narros del Río, Narros de Valdunciel, Mozodiel de Sanchíñigo, Moríñigo, Sanchoviejo, Velasco Muñoz, Velascos).
Por último he aquí la relación de topónimos que recuerdan la existencia de repobladores de estirpe vascona en la Tierra( o alfoz) de Alba:Anaya de Alba, Gagarcía Medianero, Galindobéjar, Galinduste, Galisancho, Gómez Velasco, Gutierrez Velasco, Iñigo Blasco, Jemingómez, Narrillos, Sanchotuerto, Valdejimena, Velaviejo, Semen Sancho, Guendul, Blasco Guendúlez, Yenego Yeneguez.
En el resto de la provincia de Salamanca encontramos sólo la Narra, Carrascal de Velambélez y Encinasola de las Minayas, los tres en el alfoz de Ledesma, y los dos últimos muy problemáticos.
Aparte del caso especial de Arabayona de Mógica, en Tierra de Salamanca, concretamente en el antiguo Cuarto de Valdevilloria, hoy comarca de las villas, topónimo que como sabemos fue una invención moderna para denominar la villa conocida hasta entonces, y todavía hoy, por el nombre de Hornillos.